En el jardín el goloso repara su coche sin camiseta y el vecino se pone a mil y se tira sobre él besándolo apasionadamente, metiéndole mano hasta sacar su polla y ofrecerle una mamada de lujo… Cuando la tiene bien dura se pone a cuatro patas sobre el césped y comienza a gemir de gozo puro, sintiendo como el mete saca brutal perfora su recto dilatado.
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