Unas buenas comidas de coño y rabo


Su novia sí que es caliente, y con esa lencería se ve completamente irresistible. Entre besos y caricias le saca toda la ropa y al tenerla desnuda, la acomoda sobre la baranda de la ventana de tal modo que el coño le quede bien abierto y expuesto para que pueda chuparlo. Lo penetra con dos dedos y juega con esa rajita, saboreando todos sus fluidos con ganas. Ella quiere probarle la polla y el la complace, sacándose el rabo que le planta en la cara para que pueda lamerlo y comérselo hasta el fondo. Se ponen a follar y lo hacen cariñosos, aunque con un buen toque de sexo duro.