Una madura tetona y toda cachonda seduce a su sobrino en la sala, un chico bastante mayorcito y vago, que parece ser la única polla que la madura tiene a mano. Es que de verdad ella necesita una verga, y parece ponerlo algo incomodo mostrándole las tetas, que se las planta casi en la cara. Quien no se pondría duro con semejante madura, y claro, el aguante tiene su límite. Ella se sale con la suya, y en un rápido cambio de escena la tenemos en cuatro en el sofá, con el sobrino dándole por el coño con suavidad, disfrutando de ese pedazo de culazo. Seguramente termine visitando más a menudo a su tía.
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