Mi mujer es adicta a los consoladores


Una madura adicta a los consoladores recibe apoyo moral de su marido quien le gusta satisfacerla en sus fantasías pero a la vez, filmarla para tener recuerdos y de paso hacer algo de dinero a través de internet. La mujer se encuentra a cuatro patas sobre la cama moviendo las caderas, mientras que su hombre le mete un consolador doble y largo por el coño, tan adentro como es capaz de entrarle. El mismo juguete se lo mete por el culo y lo pasa de un agujero a otro, aburriéndose rápido de este. Saca otro consolador que tiene a mano, y continua metiéndolo y sacándolo por los dos agujeros de su mujer.