Masturbada con un puño


A mi novia le gusta tanto su polla de goma como mi propio rabo, pero últimamente se ha acostumbrado a algo incluso más extremo, mi puño. Para lubricar la zona la masturbo con el consolador, dejándola a punto para que mis dedos continúen con el trabajo, y luego me entre el puño al completo. Ella comienza a correrse y siento como me humedece la mano, facilitando aun que pueda moverla dentro de ella, mientras que con la otra me hago una paja. Mi chica se queda quieta, pues tantos orgasmos le aflojan las piernas, y aun tiene ganas de que siga jugando dentro de ella.