La joven Sabina Black


Esos ojazos que le miran mientras le va comiendo la polla le hacen derretirse de gustazo y morbo, pegándole un repaso cogiéndola por la base que lo deja sin aliento. Después de la chupada llega la cosida a pollazos cabalgando y tumbándose esperando la machacada, gimiendo sin descanso hasta llegar el momento de ponerse a esperar la soltada de leche en la cara…