Humillada en medio del parque


La rubia está obligada a pasearse por el parque amordazada, quedando totalmente al servicio del putero que la tumba sobre el suelo con las manos atadas para hundirle el rabo en la boca… Con ganas de más, va directo a taladrarle el coño sin que la perra pueda hacer nada por resistirse, acabando azotada por el látigo antes de volver a ser penetrada con brutalidad, exigiéndole el cachondo que relama toda la corrida.