Un pervertido tiene el fetiche de ver a las mujeres orinar, por lo que pone una cámara oculta en un baño, para sacarse las ganas de toquetearse viéndolas hacer. Una de las cámaras las coloca fuera del inodoro, para poder ver como la chica se quita las bragas y se pone en posición. La otra la coloca dentro del inodoro, en un punto donde queda toda salpicada cuando orinan. Una chica llega con bastante urgencia, y parece haberse estado aguantando todo el día, porque cuando comienza a mear, no parece parar nunca, Mírala en esas posturas de cuclillas, orinando y orinando por minutos.
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