¡¡Ese peluche es un privilegiado!!


Cuidando a ese panda de peluche gigante que está enfermo, la jovencita debe follárselo para garantizar que su estado de salud mejorará, chupándole la polla primero antes de cabalgárselo. Pasando también por un morboso cuatro patas en el que gime sin parar, le azota con la agresividad que tanto le gusta, consiguiendo llegar al objetivo de sacarle la leche para saborearla, metiéndola en ese recipiente…