¡Dos peruanos follando una hora!


Abierta de piernas y con cara de felicidad la peruana deja que el tío coloque su cabeza entre sus piernas, deleitándose con la húmeda comida de coño que el cabrón le regala intentando lamer cada rincón mientras explora con la lengua. Cuando el cabrón la nota bien mojada se lanza sobre ella para taladrarla a un ritmo frenético que va subiendo poco a poco, hasta culminar con una follada a cuatro patas empotrando a la golfa.