Corriéndose en la boca de una rehén


Un hombre ha entrado en una casa para robar, y ha tomado de rehén a la dueña, a la cual ha amarrado y tiene bien quieta en un costado. Parece no encontrar nada de su interés en el interior, así que no se va a ir con las manos vaciar. Trae a la dueña de casa a la sala donde tras someterla, se saca su enorme polla y la obliga a chuparle la polla a lo bestia, corriéndose en la boca de la madura una y otra vez, haciendo que esta tenga que escupir las toneladas de leche que le suelta en la boca.