Ayudando a su paciente


Jugosas tetitas y cuerpecito para follar hasta agotarse, empezando por comer bien la polla de su psicólogo antes de darle para que disfrute los pezones y reventarla, con unos destructores pollazos que le hacen gemir cómo una loca… Cabalgando con profesionalidad y morboso estilo, la descarga de leche no va a tardar por lógica mucho en llegar, dejando su cara bien llena.