Tetona en lencería se apodera di mi verga


Mi polla se pone dura al ver a esta belleza exótica, que de a poco se saca la ropa para bailar frente a mí, mostrándome un cuerpo de infarto, unas tetas enormes y un culo duro como piedra. Se pone cachonda y se mueve cual gata por toda la casa, recostándose en el sofá de la sala donde se abre de piernas y se masajea el húmedo coño. Mi polla queda dura al instante de verla jugar, y ella me sonríe mientras me le aproximo lentamente, apuntándola con mi duro rabo. Se arrodilla delante de mí y se atraganta con mi polla, metiéndosela hasta la garganta, para luego ir a cuatro patas y sentirla toda por detrás.