Sexo duro con sus compañeras de piso


Él vive con dos amigas de lo más calientes, y le encanta jugar juegos con ellas que no terminan el transformarse en polvo. Cuando esta con las dos en el sofá y una se va, el chico se pone a jugar de mano con la otra en el suelo, y no tardan en quedar desnudos. Él le mete rabo a lo bestia, dándole en el suelo y luego de pie, levantándola y recostándola contra la pared. Vuelven al suelo cuando se cansa, y el la sujeta del cuello para darle a lo bestia al estilo misionero, luego al estilo perrito y finalmente acabando sobre el sofá.