Por delante y por detrás hasta el codo


Dos amigas amantes del sexo duro no pierden el tiempo con hombres cuando ellas saben lo que les gusta, y como satisfacerse entre ellas. Durante años se han follado la una a la otra utilizando juguetes y sus propias manos, al punto que ahora han agrandado sus dos agujeros de una forma extrema que solamente metiéndose los puños y los brazos pueden satisfacerse. La más joven de las dos es la primera en ser masturbada con una mano en el coño, pero cuando le toca el turno a la segunda, vemos quien es la verdadera experta en el sexo profundo, entrándole un brazo hasta el codo.