Ofreciendo su ano para conseguir las muestras…


El chico de mantenimiento aprovecha la presencia de la doctora para que le aconseje sobre su abultado paquete, pero para darle un diagnóstico acertado necesita chuparle la polla, reconociendo cada centímetro en su boca. El asunto se calienta y la zorra le permite utilizar su coño para probar su resistencia, aprobando el cabrón con unas embestidas por el coño y el culo, consiguiendo por fin un chorro de semen para analizarlo.