En esta parodia porno parece que Austin Taylor y su marido están teniendo algunos problemas económicos, por lo que ella debe venderse a un negro para que le haga unos favores a cambio. Van a la casa del hombre, y el marido de Austin tiene que ver como ella se come el rabo del negro, sentado desde un cómodo sillón en la sala. Pero la cosa no solo se va a una mamada, porque el negro quiere la experiencia completa si es que va a pagar por ese servicio, así que le destroza el coño hasta saciar su extrema calentura, y dejarla toda llena de leche.
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