Mi vecina está loquita por mi enorme nabo


Cuando mi vecina se puso cachonda conmigo y se vino a mi casa para follar, no me lo pude creer, pues siempre estuve atrás de ese culo enorme. Creo que lo que la convenció de follar conmigo fue el ver un día sin querer mi enorme verga por la ventana, porque ya desde el otro día la encontré sonriéndome cada vez que pasaba por los pasillos. Entonces ahora está rendida en mi cama, a cuatro patas, mientras que la empalo con mi enorme nabo y le doy con todo lo que tengo, haciendo que esa zorra gima para demostrarle que es toda mía.