Mis padres no van a estar en todo el fin de semana, lo que significa un fin de semana de locura para mí y para mi hermanastra. Como en nuestras habitaciones tenemos camas simples, nos vamos a la de nuestros padres, donde podemos usar su cama para divertirnos. Mi hermanastra se pone en cuatro sobre ella, y yo le quito la tanga, haciéndole un beso negro y un trabajo de coño que la pone húmeda. Es mi turno de disfrutar, tirándome en la cama y dejando que ella juego con su boca sobre mi polla y mis bolas. Vuelve a ponerse en cuatro y se la meto por detrás, aunque también la hago cabalgar un poco sobre mis caderas.
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