Me follo a lo bestia a mi nueva madrastra


Tengo que admitirlo, me vuelan los fetiches por pies, y mi padre, que acaba de casarse con una belleza, no tiene ni idea lo que me calienta mi madrastra. Esta tarde mirábamos algo en la tele cuando ella llega y se descalza junto a mí, movimiento sus pies con lujuria sobre la mesa, muy sabida de lo mucho que me calienta. Es imposible que pueda retirar la mirada de ellos, y mi padre, allí junto a nosotros ni se entera de nada. Puede que parezca una locura, pero ella se atreve a usar los pies para acariciarme, sacarme el rabo y masturbarme con ellos, sin que mi padre se inmute.