Dos diosas en la bañera


El agua de la bañera está caliente pero las zorras lo están muchísimo más, preparadas para jugar con el chorro de agua dirigiéndolo directamente a sus coños para estimularse subiendo aún más la temperatura. Las cerdas se atreven a darse caña por todos los agujeros con los juguetes, gimiendo t gritando de placer con las ráfagas de placer que recorren sus cuerpos.