Pese a que ya es mayor de edad, esta jovencita asiática es tal flaquita que parece una niña, lo que despierta el fetiche de este chico, que le tiene unas ganas tremendas. Se manosea con ella en su habitación de hotel, metiéndole mano a su culito. Tras intercambiar unos besos y quitarse la ropa, el chico se tira en la cama, y se saca su rabo para dejar que ella haga su magia, metiéndoselo en la boca para despertarlo. Con una mamada es suficiente, para luego sentarse sobre su polla, y que la penetre hasta sacarse todas las ganas y la llene de leche.
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