Un hombre gay que se dedica a hacer porno con gays amateur, recorre las calles en busca de una presa a la cual invitar para follar. Tiene ojo para reconocer gays, y se detiene en su camioneta lujosa ofreciendo dinero a cambio de un polvo frente a la cámara. Encuentra a un chico que, cuando le ofrecen una buena cantidad termina aceptando, pese a que en un principio se niega a la invitación. Con un mágico salto de cámara lo tenemos ensartado dentro de la misma camioneta, que viaja por las calles mientras en su interior se dedican a follar como locos.
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