Allie Haze adora el sexo anal


Allie Haze espera a su amante tirada en el sofá, con el cual habla por el móvil, mientras el chico conduce hasta su departamento. Allí no se van con rodeos, pues ella está lista para su rabo, y el chico viene en busca de acción. Allie libera su polla tras bajarle los pantalones, y se la mete toda en la boca, chupándola que da gusto. La cama los espera a un costado, donde ella se recuesta abierta de piernas, gimiendo y manteniéndole la mirada, mientras él embiste tan duro como puede. Ella tiene su fetiche, el gustarle más que le rompan el culo que el coño, y su amante la complace.