18 añitos y pelirroja…


La pelirroja se acerca a gatas a buscar la polla del chico que no le ha quitado ojo ni un segundo, recompensándole con una mamada que reboza su polla en saliva poniéndola bien dura cuando le repasa los huevos. La guarra no desperdicia esa erección y cabalga com una diosa encima del cabrón, acabando empotrada por las duras embestidas para acabar la perra pajeando sacándole todo.