Zoey Nixon nos calienta con su sensualidad


La sensual Zoey Nixon parece sola y aburrida en la sala, muy necesitada de amor en esa calurosa tarde de verano. Para eso está su marido, que conoce la expresión de su rostro demasiado bien para dejar pasar la oportunidad. Entre sensuales besos y caricias le va quitando el vestido, desnudando primero esas enormes tetas que piden ser chupadas. Le acaricia suavemente el coño con una mano, y baja hasta su humedad para darle una buena probada con la lengua. Ella lo premia chupándole el duro y gordo mástil de carne que tiene entre las piernas, que acaba metiendo a tope por su chorreante raja del amor.