Una visita al vecino


Culona va a visitar a su vecino, porque se siente sola en casa y caliente. El vecino la hace pasar y se la lleva directamente a su habitación, donde la pone en cuatro en el borde de la cama, le baja los pantalones y la tanga, y le revisa su enorme coño. Lo abre bien y ve que está todo empapado y lubricado, y ella desesperada por una verga. Tanto manosear a la vecina y su misma vecina le han puesto el nabo como garrote, así que se la mete toda ahí mismo y sin juego previo, envistiendo contra la chica sin parar, una y otra vez, corriéndose dentro de ella.