Una paja frente al espejo


Él la tiene dura, y vaya que tiene un tremendo pedazo de rabo entre manos, o podría decirse, en las manos de su novia. Ella trabaja la polla con delicadeza, frente al espejo, una paja de campeonato que al chico le gusta bastante. Están calentando un poco, pero como él disfruta del manoseo ella se deja llevar, aumentando el ritmo del masaje, la mano desde la punta hasta los huevos, bajando y subiendo. Entonces, y sin poder evitarlo, él se corre, salpicando el espejo con un abundante chorro de leche. Ella ordeña todo lo que puede, sacando hasta la ultima gota de semen.