Una mamada espectacular


La guarra se despierta con hambre y va directa a saciar su antojo matutino mamando la polla de su compañero, lamiéndola primero de la punta hasta los huevos poniéndola durísima con ese simple gesto… La cerda la agarra con la mano y se la clava en la garganta sin dejar de mover la cabeza para tenerla entera, saboreándola sin descanso hasta que la corrida sale disparada.