Una mamada bestial


Si hablamos de pollas descomunales, este rabo puede considerarse una verdadera bestia, un bate de carne de un tamaño descomunal que, pese a que esta putita intenta tragárselo todo, va a resultar del todo imposible. Su novio se encuentra tirado en la cama con todo ese falo súper duro, y ella lo devora tan profundo como puede sin atragantarse. Esa cosa sí que es enorme, y le ocupa a la chica casi toda la cara, quien parece volverse loca y encantarle chuparlo, así como que le follen la boca. La mamada es extremadamente larga durando más de media hora, lo que termina con la boca de la chica toda llena de leche, salpicándole las tetas.