Una italiana diminuta


El fetiche de este calvito son las mujeres bajitas, bien bajitas, prácticamente enanas. Si no puede conseguirse a una enana para follar lo hace con una chica que prácticamente lo es, para sentirse enorme al lado de ella. Se consigue a una italiana bien bajita con la que follar, tan bajita que parece una niña. La mujer se apodera de su enorme rabo, que al lado de ella parece gigante, y en la misma cocina, la sienta sobre uno de sus muebles donde le quita la tanga, la abre de piernas, y le trabaja el coño con su lengua. Se la mete, y la enanita no para de gemir que da gusto.