Una fiesta de mamadas gay


Unos chicos gays quieren animar su fiesta privada, y para ello lo que hacen es contratar a unos stripper gay, que puedan venir y repartir rabos para todos. En el alocado baile del stripper ellos sienten agua a la boca cuando se saca la polla, y entre todos le hacen mamadas para disfrutar un poco. El stripper pone una silla en medio de la sala para que los voluntarios se sienten en ella, y así todos puedan verlos mientras le hacen una mamada. Parece que a lo largo de la fiesta la cosa se pone cada vez más poca, y comienza una competencia de mamadas.