Una fiesta de corridas en la cara


Nos metemos de lleno en una orgia gay privada y VIP, donde un hombre ha pagado para estar rodeado de rabos, y claro poder chuparlos a gusto. El plato gordo se basa en satisfacer su fetiche, y es que todas esas pollas se le corran en la cara y en la boca, y lo llenen de leche. Como va a ser un trabajo tremendo tener que mamarlas a toda para lograr su objetivo, los chicos directamente se masturban mientras que él da parte de algunos rabos y huevos, y cuando se van a correr, le sueltan la leche en cara y boca, dejándolo continuar con las mamadas.