No le dicen Miss Banana porque si, va a demostrar porque es ese su nombre, claro está, comiéndose una banana de carne. Y es que para ella no hay placer más grande que comerse una polla, pudiendo estar horas y hora entretenida chupando y chupando. Su amante está encantado, y se queda bien quieto dejándola hacer, sintiendo como su verga entre hasta las profundidades de la garganta de la chica, quien continúa chupando como si nada, saboreando el rabo como el más sabroso de los caramelos. Nadie es capaz de aguantar tanto tiempo la magia de esa boca, por lo que se le acaba tanto en la boca como en la cara.
Related videos:
Tragándose una polla entera
Que rica mamada
Belleza de ojos azules se traga toda la leche
Follando duro la boca de una joven putita
Dos buenas mamadas
Folla mientras juega videojuegos
Dos amigas comiendo juntas un rabo
Jovencita hace una mamada súper profunda
Intercambio de mamadas
Una caliente y deliciosa mamada
Amigas haciendo mamadas dobles
Rubia cachonda experta en mamadas