Un polvo rapidito mientras hacemos senderismo


Una pareja se va a dar un paseo por el bosque un domingo por la mañana, aprovechando el día que está esplendido. Llevan consigo su cámara, pues tienen planeado hacer cosas sucias cuando se pierdan en lo más profundo, donde no haya nadie que los moleste. Siempre atentos por si alguien pueda aparecer, ella se pone de rodillas y le come el rabo al chico, saboreándole la polla que da gusto. Se levanta la falda y se baja las pantis, para entregarle el culito a cuatro patas, y que se la follen de pie, como la perra que es y que tanto le gusta.