Un masaje y un buen polvo


Una pelirroja recibe un masaje tántrico de su masajista preferido, el chico al que le tiene tantas ganas y al que obviamente se va a terminar de follar. Ella se tiende desnuda sin vergüenza delante del chico, quien le llena el cuerpo de aceite y ce centra especialmente en el culo de la chica, arrancándole una buena sonrisa. El chico le pide que se dé la vuelta y del culo le masajea las tetas, dejando a la putita a punto y lista para lo que sigue. Con su polla dura la ensarta sobre el sofá, con ella a cuatro patas para recibirla toda por detrás.