Un buen polvo en una isla paradisiaca


Estar en un lugar tan paradisiaco como este pone a esta putita, que mientras esta recostada en la parte trasera de una lujosa casa, siente como su rajita se enciende de deseo. Lo primero que se le ocurre es usar sus manos para saciarse y es eso lo que hace, metiéndose uno, dos y tres dedos en su coño. Un poco más calmada se recuesta desnuda, dejando que su amante la unte con aceites que lentamente le pone en la espalda y el resto del cuerpo. No es de extrañar que los dos se caliente y allí mismo se entreguen a la pasión, siendo por fin ella satisfecha con un buen polvo como tenia esperado.