Sufriendo el duro castigo


La asiática tiene una falta de disciplina bestial, necesitando que este chico la corrija con una dosis de pollazos insoportables… Después de hacerle chupar la polla, se la clava en varias posturas cómo una perra, acumulando un bestial placer en esa polla que estalla en su cara, dejándola completamente salpicada de leche.