¡Su juguete es inmenso!


La morenaza coloca el enorme consolador en la mesa y se lo mete en la boca con ansia pura, llenándolo de saliva para empezar el show… Montada encima del enorme juguete comienza metiéndose la puntita, notando un gozo tremendo en cada sube y baja mientras se va percutiendo el clítoris, finalmente fuerza su agujerito hasta casi meterse todas las bolas.