Sexo ardiente con una dependienta


Este almacén de barrio puede ser a simple vista igual que cualquier otro, salvo cuando eres del vecindario y conoces el tipo de mercadería que se vende allí también, pues los servicios sexuales de la dependienta también están a la venta. Ellas es una jovencita con un buen cuerpo y bastante cachonda, que tras aceptar el pago de su cliente, cierra la tienda para atender su pedido. La chica se quita la ropa y se presta para comerle el rabo, aunque con el pago justo deja que le hagan lo que quieran mientras aguanten. Este chico se saca las ganas, y se la acaba follando súper duro.