Esta rubia ha bebido mucho, y estar borracha siempre le despierta un deseo salvaje por follar, ya que con la bebida se transforma en una perra. Eso es algo que este tipo sabe muy bien, pues estas eran sus intenciones cuando se la llevó a su casa y le dio de beber hasta casi perder el conocimiento. Esta es su oportunidad para sobarle esas tetas enormes, chuparle el coño, y ponerla en cuatro sobre el sofá para sacarse todas las ganas que le ha tenido a la pequeña rusa. La chica apenas si tiene fuerzas para resistirse, pero por su expresión parece estarlo disfrutando de verdad.
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