Solos en el restaurante, es aquí donde esta ardiente rubia y su amante se van a poner a follar. Hacen un breve recorrido por las cocinas pero pronto están en la sala principal, ella vestida con un provocativo conjuntito. La pone de rodillas sobre uno de los sofá bajándole las bragas, comenzando a lamerle el coño con ganas entre fuertes gemidos de la putita que se va poniendo como loca, con ganas de probar polla. Se la come con ganas, tragándosela toda mientras él permanece recostado cómodamente en el sofá. Luego lo monta, haciendo un buen polvo de vaquerito que la pone cada vez más ardiente, cambiando de postura una y otra vez.
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