Pagando la renga a puro sexo duro


Esta abuela ardiente tiene varias propiedades en alquiler, y a veces, cuando el inquilino es caliente y no tiene mucho dinero para costear la habitación, ella se cobra de alguna otra forma. Puede pagar con dinero, como es normal, o simplemente satisfaciéndola sexualmente cada vez que quiera durante el mes de renta. Lo que el cliente prefiera. Este chico parece estar un poco corto de pasta, porque aun es estudiante, algo que la abuela entiende. Aun así, acepta alquilarle una habitación, pero va a tener que esforzarse bastante por atenderla, ya que es un hueso duro de roer, una ninfómana a la que no cualquiera puede llegar a saciar.