Nada como una tarde de sexo en la cocina


En la cocina, Maria Antonia Alzate espera a su novio, que llega con la polla bien dura. Se baja los pantalones y se la pone en la cara, y Maria Antonia se la chupa con verdaderas ganas. La ropa desaparece, y ella se sienta sobre su rabo, gimiendo mientras la penetran por detrás, mirándote a los ojos todos observan, disfrutando tanto del polvo como que la estés mirando. No se quedan quieres ni un momento, cambiando las posturas para ir al suelo, luego volver a ponerse de pie junto a la barra, terminando en el piso más a lo bestia, ella con el coño lleno de leche.