Mi vecina asiática se cuela en casa para follarme


La vecina de este hombre, una asiática muy madura y extremadamente caliente, se ha vuelto a meter en la casa mientras él duerme la siesta. Lo encuentra tendido sobre la cama y en silencio se le aproxima, apoderándose con su boca de su polla dura como piedra. Con una mamada el hombre despierta y la deja hacer, agarrándola del pelo para que la chupada sea aún más profunda. Ella se saca el traje de baño y es montada a lo bestia, y el hombre le da tan duro que se acalambra las caderas, por lo que la masturba con las manos a lo bestia y la hace correr a chorros.