Mi novia es un poco apretada para mi verga, y cada vez que follamos, acabo lastimándola. Estamos hace tiempo haciéndolo bien suave, dándole tiempo a su coño para que se dilate y se adapte al grueso diámetro de mi verga. Hoy, mientras me la follo, ella se mete dos dedos en el culo, disfrutando más de la experiencia que del dolor que solía producirle. Tanto es así, que me pide que se la meta por el culo, y claro, no voy a desperdiciar la oportunidad. Para mi sorpresa le entra bastante bien por detrás, dilatándose más fácil que su coño, mi oportunidad para darle duro.
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