Me follo a una prostituta venezolana


En un viaje a Venezuela, un chico aprovecha la oportunidad para contratar los servicios de una prostituta, a la que se lleva a la habitación del pequeño hotel en el que se está quedando. Allí pone en cuatro a la culona sobre la cama, y le da tan duro como puede, a la vez que utiliza su teléfono móvil para hacer un video de la experiencia, cual si fuese un famoso actor porno. El chico es tan amateur, que hasta se graba así mismo en el video, seguramente para enseñárselo luego a sus amigos. La culona no tiene problemas con esto, siempre que no le enfoque la cara.