Me follo a una jovencita en un hotel


Un chico se lleva a una de sus putas a un lujoso hotel para follarla, de esos que están preparados para estimular el sexo, con espejos por todas partes. Lleva también su cámara, que coloca para grabar todo el polvo, para que la experiencia le quede como un buen recuerdo. Parado junto a los espejos se baja los pantalones, y la chica, toda excitada, le come la polla y se la chupa suavemente. La cama es todo un campo de batalla para follar, pues es enorme, y la pueden utilizar a gusto para darse sin problema. Ella se tira boca arriba, y él la penetra a lo misionero.