Madura me come mi enorme polla


Un amigo acaba de presentarme a esta calentorra, y me ha contado que es una amante de las pollas de buen tamaño, como la mía. Con tan solo mostrarle un buen pedazo de rabo, ella pierde el control y cae redonda a tus pies. Parece que lo que me han contado es verdad, porque bastó con enviarle una foto de mi truño para tenerla en mi departamento esa misma tarde, chupándome el nabo como si no hubiera un mañana. Pese a que apenas le entra en la boca, ella pone todo su empeño para tragarlo tanto como puede, devorándose toda la leche cuando me le corro en la boca.