Leche para las dos venezolanas


Las venezolanas disfrazadas con orejas de conejo se convierten en la perdición de Nacho Vidal que se muere de ganas por probarlas aunque son ellas las que empiezan lamiendo ansiosas todo el cipote duro que apunta hacia sus caras… Las guarras soportan entre gemidos y gritos las duras clavadas que el cabrón les propina sin miedo a romperlas, premiando su aguante con leche derramada sin control.